16 de abril de 2013

Guerra Santa

Guerra Santa


Querido hijo:
Aún eres muy joven para entenderlo, pero debes saber que del otro lado del mundo hay mucha gente que nos odia y que desearía que vernos muertos, así porque sí, sin conocernos siquiera, no por lo que les hemos hecho sino por lo que otros les han hecho. Nos juzgan como malvados e inmorales por no tener su misma religión y ven más que justificada cualquier acción en nuestra contra, incluso el asesinato de inocentes. Sólo son gente ignorante y muy crédula, adoctrinados desde niños. El resto de su vida los medios de comunicación les dicen qué pensar. En su mente ellos son los “buenos” y nosotros los “malos”. No somos personas, no somos niños, ancianos, mujeres ni padres de familia, sólo somos el enemigo a vencer. Esa es su absoluta “verdad”, la única e incuestionable verdad. En realidad sólo tienen miedo de lo distinto, de lo desconocido y a cambiar. Para ellos, la guerra contra nosotros es sagrada y más que justificada, necesaria para implantar su estilo de vida y su religión en el resto del mundo. Para eso emplean el terror y las armas. Son cobardes y alevosos. Entre más desprotegidos estemos, mayor es su gloria. Tu padre fue uno de los muchos que murió por defender nuestro país. Quien lo asesino es su héroe mientras que de tu padre y de todos nuestros muertos solamente dirán, con total desprecio: “un maldito terrorista musulmán menos en el mundo”.
Tu madre