10 de octubre de 2008

Tú puedes cambiar tu vida y tu suerte.

Tú puedes cambiar tu vida y tu suerte.

De verdad, créelo. Esto es verdad.

Mi gatita de 12 años murió. Yo pensé que era normal que muriera a esa edad; pero ahora sé que murió porque rompí la cadena del monje tibetano que partió de Londres y lleva 6 vueltas al mundo y ¡fui yo el que la rompió!… pues no la reenvié a 7 personas en 7 minutos…. Luego, me divorcié después de 9 años de matrimonio. Pero NO creas que se debió a la falta total de comunicación y proyecto compartido con mi “ex”. Fue porque formulé mi deseo de armonía en mi matrimonio, y no le di “forward” al mensaje antes de los 10 minutos que exigía la cadena (y todo por la pinche diarrea que me dio ese día… fíjate qué coincidencia… se puede decir que en mi “martirmonio”, la “cagué”). ¡Mea culpa! (no, no fue meada, fue cagada). Pero… aprendí la lección y desde ese día respondí de inmediato todas las cadenas para alejar la mala suerte. Llegó una que dice que si la reenvío a 3, 5 o 10 contactos de mi lista, algo bueno me sucederá dentro de unos días (y entre más correos mande, mejor será el resultado) … ¿y qué creen que hice? Me dediqué a copiar todas las direcciones que aparecen en los correos que me han enviado (y que nadie borra) y junté más de 300 direcciones. Nada más le di copiar y pegar al “notepad” y luego, de vuelta a copiar y pegar al correo (jiji, qué fácil). Pensé… “Si enviando a 10 personas me va a suceder algo muy bueno, pues enviándola a 300 pues seguramente pasaría algo que dejaría pendejo hasta al mismísimo Carlos Slim” (para que vean que este correo es reciente, porque si no, hubiera dicho Bill Gates).

Después de tan brillante idea… mi suerte cambió. He ganado más de 3,000 MILLONES de dólares en varias loterías de Londres, de Hotmail y casi todos los días ¡gano un nuevo premio! Es más, algunas las he ganado hasta dos veces!. Si entro a algún sitio de internet, resulta que soy el visitante número 999,999 y puedo reclamar muchos premios; pero no los reclamo porque estoy muy atareado haciendo los trámites para reclamar mis millones ya ganados. Son muchos trámites, pero bueno, es que esa cantidad, pues no se la van a entregar a cualquiera, ¿verdad?. Además, tengo que juntar los 3,000 dólares para pagar los honorarios del notario de un tío lejano mío que murió en un bombardeo en Irak y que me acreditará como su familiar vivo más cercano (y yo que no sabía de este pariente… ¡debe ser muy lejano!). Así que podré reclamar mi herencia de 100 millones de dólares… También recibiré, en breve, transferencias del banco de hong kong y el del zar del petróleo ruso porque en sus países, ellos no pueden hacer esas operaciones. Así de fácil, ganaré cientos de miles de dólares sólo por ayudar a estos empresarios. Ya tengo amigos importantes y de la nobleza. El propio príncipe de Uganda me ofreció darme (Imagínense mi suerte, siendo yo un total desconocido) el 10% de su fortuna… ¡que generosidad de su parte! ¡y qué suerte la mía! Da gusto poder ayudar a tan “noble” señor. Pero si la vida me sonríe, no será para mi solo. Pronto, con todos estos millones, podré pagar el tratamiento de la niñita que está muriendo de leucemia y que, por más correos que envié, me enteré que ni AOL, ni Yahoo, ni Microsoft, donan esos centavos prometidos para su cura… ¡qué mezquindad, señores! Supuestamente, estos “amos” de la red, NO pueden rastrear los correos “quesque” porque es imposible rastrear miles de millones de correos diarios que ni siquiera pasan por sus redes… si ellos tienen tanto dinero, pues que no hagan estas promesas, ¿no creen? Ahí me tuvieron, como su baboso… envíe y envíe correos.

Así que, ya sabes el secreto… ponte a enviar correos a toda tu lista de contactos y tu suerte cambiará y tu vida cambiará, como cambió la mía. Ya regalé mi casa y mi cochecito, porque con el primer depósito de los millones que he ganado en los últimos días, pues me voy a comprar hasta la “colina del perro” a la viuda del ex – presidente o a la Sasha o a quien se la haya heredado. Es más, la compro con todo y Sasha, faltaba más.

No rompas ninguna cadena. Es más, si llegan pirámides de dinero, éntrale… es el método seguro de salir de la pobreza para todo el mundo… Fíjate, con $10 dólares que envíes al de hasta arriba… sólo $10 dólares, recibes como $30,000 dólares en unos cuantos días. Sólo un “tonto” no se da cuenta que con ese método tan sencillo se puede “acabar” con la pobreza del mundo.

Lo que sí me tiene desconcertado, es que mi “monito” del Messenger no ha cambiado de color, ni me ha llegado la respuesta del acertijo aquél que me iba a llegar por internet… me ha llegado “nada”… ¿será esa la respuesta? ¡Oh! Pero ya dejo de filosofar porque necesito reenviar una cadena más que me acaba de llegar de “San Expedito” (antes de que cierre Hotmail)… alguien me dijo que es el santo de los Alcohólicos Anónimos (¿será?); pero ahora resulta que es muy milagroso y seguramente se enojará conmigo si no re-envío su cadena. No vaya a ser que no reciba todo lo ganado. Tampoco quiero que Dios se avergüence de mi si no envío este correo, porque asegura la persona que lo escribió que Dios quiere que yo haga lo que él me dice… y si Dios dice eso, pues por algo será. Y yo quién soy para contradecir la voluntad de Dios. Así que mandaré este correo “religiosamente” a mi lista de 300 direcciones… Ya no mandaré chistes ni fotos graciosas. Dice este señor que son obscenidades… y tiene toda la razón cuando dice que no me detengo para enviarlas; pero que cuando se trata de Dios ya me da pena… y es que la verdad, sí me daba pena re-enviarte muchas de ésas cadenas. Es que muchas dicen algunas cosas que el sacerdote me decía que iban en contra de la religión. Pero ya no le hago caso. Me dijo que los Santos NO hacen milagros, que ellos sólo INTERCEDEN ante Dios por nosotros… ¿y a poco, cuando México le ganó a Brasil, me va a decir que NO FUE San Juan Diego el que me concedió el milagro? Por favor, si yo mismo le puse su docena de veladoras… No lo sabré yo. Claro que algunas veces me ha fallado; pero esa vez no (y era realmente muy importante, para mi, que México ganara). Pero si me sigue fallando, pues de volada me cambio a San Expedito. Es más, pensándolo bien, creo que le voy a dar un ultimátum a San Juan Diego. Si me vuelve a fallar, me cambio a San Expedito. Ahora ya sé que es igual o hasta más milagroso. Lo sé porque me llegó su cadena y ya la reenvié a las 19 personas que manda el Santo. Así que antes de 19 días recibiré el milagro prometido… Lo que no entiendo, si dice la carta que San Expedito es “expedito” (o sea, rápido) y otros Santos te “resuelven” en tres días, ¿por qué tener que esperar tanto? Pero, otra vez, estoy pensando. Ya debo quitarme esta mala costumbre. Debo de tener “Fe”.

Así que, mi querid@ amig@ (¿qué tal, eh? Ya escribo como todo un cibernauta no chauvinista). Ten “Fe” en todas las cadenas. Si re-envías sin fallar y sigues las instrucciones, nunca tendrás males de amores, ni preocupaciones. Serás colmado de miles de bendiciones y serás completamente feliz. Además, si todos tus conocidos re-envían sus cartas, pues tendremos un mundo mejor, pues todos estaremos re-enviando tantas y tantas bendiciones a tantas y tantas personas. Bueno, me despido. Y como ya aprendí a mandar bendiciones… También te digo: “Que Dios te bendiga”.

Atentamente, tu amigo y próximo milloneta,
Enoch Mc Pato

P.D. Manda esta carta a todos tus amigos y así, todos seremos millonarios.

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