30 de noviembre de 2014

¿Nostalgia o artralgia?


¿Nostalgia o artralgia?


Leer digitalmente no me hace menos lector ni leer en papel me hace más intelectual.

Toda mi vida leí en papel; pero mi vista no es la misma. Así que la versión digital me permite agrandar la letra. Y no se diga de los amigos con debilidad visual, que requieren del text aloud.

Leer en papel es una preferencia, no una obligación.

Cuando apareció la máquina de escribir, no dudo que existiera quien se resistiera a usarla, alegando la muerte de la escritura. El libro digital no viene a destruir la literatura, como la fotografía no destruyó la pintura, ni la televisión acabó con el cine ni el cine con el teatro. Es una opción más que, poco a poco, irá ganará adeptos por las ventajas que ofrece: resaltar y copiar el texto; pero sobre todo ecológico. Una sola copia digital puede llegar a millones, en segundos, en cualquier parte del mundo, a un costo ínfimo y sin emplear una sola hoja de papel. Una más, los libros digitales impiden la censura del pasado, no hay papel que quemar.

Como autor, los libros electrónicos me permiten buscar errores, corregir y dar formato a mi borrador. Seguir usando la máquina de escribir, no haría de mí un romántico, sino un obstinado. No tenemos problema en escuchar música ni en ver fotografía o video digitales, ¿cuál es el problema con el texto? Las mismas bondades de uno se aplican al otro.

Atacar los eBooks en redes sociales es irónico. ¿No deberían acaso hacerlo por correo ordinario para ser congruentes con su discurso? No llamemos nostalgia lo que es artralgia, el dolor articular de moverse con la vida, al ritmo de ésta. No existen campañas ni activistas contra el libro impreso. Si llegan a desaparecer, o se vuelven menos populares, será por cuestiones naturales, no forzadas, como sucedió con los discos de acetato y las cámaras de rollo. 

Dentro de un par de generaciones nuestros nietos preguntarán: ¿Por qué, habiendo la posibilidad de leer digitalmente, tenían que seguir talando árboles para fabricar papel? ¿Por qué ocupar tanto espacio en libreros cuando una biblioteca entera cabía en un DVD? (Aunque dudo que, para entonces, todavía existan los DVD) ¿Por qué no accedían a las librerías digitales gratuitas de todo el mundo?  ¿Por qué ganaban tanto las editoriales y los autores tan poco?

Los blogs no destruyeron la literatura. Solo permiten la difusión de ideas de una manera distinta, breve, para lectores de la era moderna. Igualmente, con el libro digital tenemos una opción más, no una menos.

Enoch