13 de mayo de 2014

La experiencia mística

La experiencia mística.

La experiencia mística es real (los que no la han experimentado la verán en el video siguiente). La llegué a experimentar en una ocasión y, efectivamente, sacude fuertemente. Conozco la exaltación que se puede sentir de un sentimiento pero esto es algo mucho más fuerte. Es un verdadero éxtasis que no se puede poner fácilmente en palabras; pero si lo tengo que poner en palabras, lo describiría como un "orgasmo emocional".


Mi primera experiencia, que duró varios minutos o tal vez un hora, tuve una sensación de plenitud del amor por y unidad con todo. En aquél entonces, no tuve explicación para el fenómeno; pero tan pronto pasó (el período refractario duró un par de días) empecé a analizar qué había sucedido antes que podría haber desencadenado la experiencia. Encontré que habían chocado, al menos, dos emociones fuertes y una no tan fuerte, una de las fuertes era la tristeza (ese día murió mi queridísima abuela, y la tristeza suele "bajar" la coraza emocional) y la otra era una gran alegría.

Años después, en un diplomado de PNL conocí el colapso de anclas aplicado a cosas mucho más "concretas" (como fobias, recuerdos) y empleábamos "estados", no emociones profundas (al menos ahí). Me pregunté si no sería esa la explicación a lo que había sucedido en aquella ocasión: Un colapso de emociones. Quince años después, vi este video donde Derren Brown asegura haberlo inducido en una persona (emplea el colapso de anclas, lo verán en el video completo, hasta abajo). Si no hubiera pasado por la misma experiencia, podría pensar que fue un montaje para TV (aún así podría serlo, pero le doy mi voto de confianza) o lo hubiera visto como mero entretenimiento.

Durante mi experiencia, la unión amorosa con el Universo, Dios o lo que sea, porque realmente no hubo nada ahí (al menos yo no tuve visiones, pero no descarto que otros las tengan), la sensación fue tan intensa y tan distinto a lo conocido que entiendo que la gente lo atribuya a algo “fuera de este mundo”. Yo no pude hacer tal brinco lógico (en aquél entonces cojeaba de mis emociones, pero mi razón estaba perfectamente sana) y me quedé con un simple: algo “distinto”, algo "nuevo". La sensación es real. Atribuirla arbitrariamente a dioses, energías y demás simplemente es una falacia (argumento desde la ignorancia). Como la mayoría de la gente fue educada en el concepto de Dios, entiendo perfectamente que se queden con esa explicación. Ni qué hablar del ego que se aferrará con uñas, dientes y hasta piel a la idea de sentirse “único” y "unificado con Dios".

No afirmaré que tengo la razón, pero mi hipótesis de que no es más que un colapso de emociones y sentimientos (no podría decir cuáles ni cuántas), tiene el camino allanado para repetir la experiencia y tratar de lograrla a voluntad gracias al video.

¿Se puede obtener este éxtasis con droga? No lo sé, jamás he usado drogas y mi espíritu científico no llega a tanto como para experimentar con ellas. Las experiencias reportadas de quienes las han empleado van más hacia la alteración de la percepción (alucinaciones, psicodelias, visiones, sinestesias) o de sensaciones como la euforia o tranquilidad. No puedo concluir nada al respecto.

Regresando a mi experiencia, mi estructura mental es visual-auditivo y, por ende, mi canal kinestésico está alojado en el nivel inconsciente, lo cual podría explicar el porqué en mi caso fueron “alucinaciones” emocionales (por llamarlas de alguna manera) pero no visuales ni auditivas como han reportado otros, entre ellos, los llamados santos. Según esos reportes, la experiencia llegó después de un proceso de saturación de estímulos (dolor de la auto-flagelación, hambre, oración y otros) los cuales bien podrían terminar por colapsar y disparar la experiencia, la cual es tan placentera, que no dudo que se hayan vuelto adictos a ella.

¿Se repitió en mí la experiencia? No. Tuve otro tipo de experiencia la cual sí se ha repetido varias veces. Éstas estuvieron más cercanas a lo que se reporta como la “iluminación” budista. Si la experiencia mística era un orgasmo amoroso, esta nueva experiencia era un torrente de sabiduría, un poco amorosa también, pero más bien diría "compasiva". Al decir sabiduría no me refiero a conocimientos académicos o científicos ni de las respuestas a las grandes preguntas sobre el Universo. Simplemente al conocimiento pleno de mí mismo. Pero eso es otra historia.