27 de marzo de 2010

Experimento

Experimento.

Acompáñame en este ejercicio. Te pido total honestidad con tus sentimientos. No tienes que darme una respuesta. Esto es sólamente un experimento.

Supongamos que tienes el poder en tus manos de juzgar y condenar a las personas y a las autoridades mismas. Juzgarás el caso de un individuo que abusó sexualmente de un niño o una niña pequeños. ¿Qué pena sería la adecuada? ¿Encerrarlo en la cárcel? ¿Aplicarle la pena de muerte? ¿Castrarlo? ¿Torturarlo? ¿Encerrarlo en un manicomio? ¿Exigirle que asista a terapia sicológica? Bien, toma nota de tu respuesta. No pretendo hacerte cambiar de opinión, recuerda que tú eres el juez y en tus manos está hacer algo, no en las mías. Por ahora sigamos adelante.
Mi pena: _______________________

Ahora, ¿qué pasaría con tu condena si este individuo lo ha hecho en más de una ocasión? Lo ha hecho repetidas veces, durante muchos años y a muchos niños. ¿Aumentarías la pena? ¿Añadirías otra pena adicional? Si aplicarías la pena de muerte no podrías darle dos penas de muerte, entonces, ¿qué harías? ¿Añadirías la tortura o la castración? Sigue tomando nota de tu respuesta, sea cual sea:



  • ¿Aumentó?
  • ¿Disminuyó
  • ¿Quedó igual?

Pero este individuo no sólo ha violado a los niños sino que también los ha aterrorizado con amenazas si dicen algo, dañando aún más la mente de los pequeños. Como juez, ¿qué pasaría con tu pena, sería la misma o la aumentarías?

  • ¿Aumentó?
  • ¿Disminuyó
  • ¿Quedó igual?

Además, esta persona no ha actuado sola. Está ligado a otros pederastas y han intercambiado información, fotos y hasta niños… Normalmente la Ley aumenta la pena en casos de la delincuencia organizada; pero ahora tú eres la Ley. Lo importante en este ejercicio es que tú puedes juzgar y condenar, ya no sólo al primer violador sino que puedes juzgar a todos. Así que, por favor, sigue tomando nota de tu respuesta.

  • ¿Aumentó?
  • ¿Disminuyó
  • ¿Quedó igual?
¿Crees que el escenario no puede ser empeorar? Bueno, ahora imagina que estas personas han actuado con total complicidad y encubrimiento de las autoridades. Las autoridades sabían de esto y jamás hicieron nada en contra de los violadores ni para prevenir nuevas posibles víctimas. Por el contrario, los escondieron, los protegieron y jamás les castigaron por sus actos. Los dejaron en libertad de seguir cometiendo sus fechorías. Tal vez a los violadores podrías considerarlos enfermos mentales; pero se exige que las autoridades actúen y no sean cómplices. Según la Ley, la autoridad está más obligada que el ciudadano común y, por tanto, sus penas son mayores. ¿Cómo juzgarías a las autoridades? ¿Su condena sería similar, igual, mayor o menor? Sigue tomando nota de tu respuesta.



  • ¿Aumentó?
  • ¿Disminuyó
  • ¿Quedó igual?
Pero aún hay más. Cuando estos niños contaron a sus padres y éstos exigieron a las autoridades -que hicieran algo al respecto- fueron amenazados, o cínicamente se les ofreció dinero para comprar su silencio. Lo que fuera con tal de defender a los violadores. Esto significa, por supuesto, que jamás tuvieron la intención de detener estos crímenes. Sabiendo ésto, ¿el amenazar o comprar el silencio aumentaría o disminuiría la pena que merecen las autoridades? ¿Ya pensaste tu respuesta?



  • ¿Aumentó?
  • ¿Disminuyó
  • ¿Quedó igual?
¿Estás pensando en Succcar Kuri, Camel Nacif, el Gober precioso y la red de niñas pobres que se prostituyen? ¡No! Esta vez estás juzgando a auténticos violadores de niños. No a “violadores esporádicos de callejón”, que eligieron una víctima al azar y huyeron. Se trata de personas muy cercanas y de toda la confianza de las familias perjudicadas y de los niños. Personas que traicionaron su juramento profesional y traicionaron a las familias que confiaron en ellas. Personas que violaron una y otra vez a los niños sin que éstos tuvieran la menor oportunidad de defenderse. Individuos cuya labor era cuidar, educar y proteger a los niños. Según la Ley, el grado de estudios, el abuso de confianza, la premeditación, la alevosía y la ventaja son, todas, agravantes. Pero importa lo que tú pienses:



  • ¿Aumentó?
  • ¿Disminuyó
  • ¿Quedó igual?
Gracias. Ahora, en defensa de los violadores y de las autoridades, ¿podría haber algo que disminuyera la condena? Tal vez que el violador sea un anciano “enfermo”, si fuera un pariente o conocido tuyo, si fuera una persona de dinero, o que también hace cosas buenas, si te dijeran: “entiéndelo, él es así”, es un "enfermo mental", o si te dijeran que sólo perdones y olvides… ¿habría alguna situación que permitiera que tu pena disminuyera?


  • ¿Sí?
  • ¿No?

Por último, imagina que el niño ultrajado es tu hijo, hija o algún niño que tú quieres mucho… ¿Cuál sería tu decisión final?

Mi pena: _______________________

  • ¿Aumentó?
  • ¿Disminuyó
  • ¿Quedó igual?
Gracias por hacer este ejercicio. Acabas de dar tu fallo a decenas de miles de sacerdotes, monjas y a toda la Jerarquía Católica, incluyendo al Papa actual y al anterior. Y si pretendes cambiar tu decisión, o justificar –en la forma que gustes- sus actos criminales, pregúntate si no sería totalmente hipócrita hacerlo y entonces sí, habrás caído tan bajo como ellos.

Ponte de pie, levanta la cabeza, abre tus ojos, tus oídos y tu corazón. Hoy, como adulto, no sólo puedes sino que debes usar tu criterio y tu sentido de justicia para saber qué está bien y qué está mal sin que nadie te diga. ¿Tendrás el valor o te vale?

Enoch Alvarado

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