22 de octubre de 2009

Estoy descontento

Hoy recibí el enésimo correo, esta vez de una de mis amigas más queridas, en contra del Gobierno. Ahora se dedican a insultar al Presidente. Esto me puso a pensar y a fijar mi postura acerca del tema. Así que me puse a pensar en voz alta y en letras Georgia de 10 pixeles:

Estoy descontento
Estoy descontento; pero no puedo cambiar el mundo sino a mi mismo y mi entorno más cercano.
Estoy descontento; pero no trato de rebajar a mi adversario, sino de elevar mi propio nivel.
Estoy descontento; pero no necesito insultar ni faltarle el respeto a nadie.
Estoy descontento; pero no puedo imponer mis ideas sobre los demás.
Estoy descontento; pero no tengo amargura que desahogar.
Estoy descontento; pero no estoy libre de responsabilidad.
Estoy descontento; pero no busco a quién echarle la culpa.
Estoy descontento; pero no me quejo y hago propuestas.

No es cosa de un Presidente o de otro. No es cosa de un Partido Político u otro. No es cosa de derechas ni de izquierdas, ni de ricos contra pobres, ni de los gringos ni de los rusos. Es cosa del mexicano. Insultamos y descalificamos con verdades a medias y mentiras flagrantes. Entre más rebajamos al otro, más superiores moralmente nos sentimos.

El descontento puede ser un arma para hacer algo positivo de él. La diferencia no está en lo que sentimos, sino en lo que hacemos con lo que sentimos.

Enoch Alvarado

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