Mentiras y verdades acerca de las prostitutas

Mentiras y verdades acerca de las prostitutas

Se dice: Que venden su amor
La verdad: Nada más lo rentan. Las que se “vendieron” fueron las que se casaron.

Se dice: Son de la vida fácil
La verdad: Llevan una vida harto difícil.

Se dice: Son de malos “principios”
La verdad: Son de buenos “finales”

Se dice: Pagan mal
La verdad: Cobran bien

Se dice: Son mujeres “baratas”
La verdad: Salen “caras”

Se dice: Se echan a "perder”
La verdad: Se “echan” a ganar

Se dice: Son chicas “malas”
La verdad: Están muy “buenas”

Se dice: “Pobres mujeres”
La verdad: Ganan más lana que uno

Se dice: Son “callejeras”
La verdad: Tienen “dueño”

Se dice: Viven del talón
La verdad: Los talones son lo primero que hacen a un lado a la hora de trabajar (uno a cada lado)

Se dice: "Perdidas"
La verdad: Son muy "buscadas" y se encuentran por todos lados

Se dice: No deberían existir
La verdad: Es necesario que existan, si no, no tendrían hijos y, si no tienen hijos, no habría políticos, policías, uno que otro chofer, etc.

Un par de chistecillos del tema:
Cuenta la leyenda urbana de la veterana prostituta que se suicidó cuando se enteró que las demás cobraban.

Se encuentran dos comadres en la calle después de largo tiempo de no verse y luego de los saludos de rigor, una pregunta por su ahijada:
- "¿Y qué es de mi ahijada, comadre?", pregunta la primera.
- "Pues terminó su carrera y ya está trabajando de enfermera", responde la madre, orgullosa.
- "¡No! Mi ahijada de enfermera no... mejor que se dedique a la prostitución", dice la madrina.
- "¿Por qué dice eso, comadre?", responde la madre, ofendida.
- "Es que así tiene menos sexo y gana más"

Enoch Alvarado